La semana antes de irme de Argelia probé en la capital un plato parecido a este, que me sorprendió por el contraste de sabores, pero que no me dio tiempo a repetir. Dejó tan buen recuerdo en mi, que aprovechando la época de alcachofas me he acordado de él y he intentado buscar algo parecido. Para ser del todo honesta, creo que he dado con una receta mejorada, que he adaptado a mi criterio, y el resultado ha sido excelente. Un rico entrante o acompañamiento que bien merece el mejor de los panes para untar en la salsa.
Ingredientes (para cuatro personas):
- Para las alcachofas:
- 4 alcachofas
- 1 diente de ajo
- Romero
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
- Agua
- Para la salsa de naranja:
- 2 naranjas
- 1/2 cucharada de miel
- 1 cucharada de mantequilla
Preparación:
1. Lavamos las alcachofas y quitamos las hojas necesarias. Cortamos las puntas, y las cortamos a la mitad. Según vayamos haciendo esto, hay que ir echándolas a un bol con agua y el zumo de medio limón para que no se oxiden.
2. Calentamos en una cazuela dos cucharadas de aceite de oliva y doramos el diente de ajo ya pelado. Escurrimos las alcachofas y las añadimos con cuidado de que no quemarnos con el aceite, pues salpica un poco. Salpimentamos todo, damos un par de vueltas, añadimos 200ml de agua y una cucharadita de romero (o una ramita). Tapamos todo y lo llevamos a ebullición. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego a temperatura media/alta y lo dejamos cociéndose durante unos 20 minutos.
3. Pelamos una naranja, le quitamos toda la parte blanca y la troceamos, reservándola para utilizarla posteriormente. Con la otra naranja hacemos zumo y también lo reservamos.
4. En un cazo derretimos una cucharada de mantequilla y la fundimos con media cucharada de miel. Incorporamos la naranja en trozos, y el zumo de naranja y dejamos que se haga a fuego medio durante cuatro minutos.
5. Una vez transcurridos los 20 minutos, las alcachofas estarán ya en su punto, y el agua se habrá evaporado prácticamente en su totalidad. Apagamos el fuego y dejamos que se enfríen un poco.
6. Este plato se come templado, así que lo mejor es una vez apagado el fuego, disponer las alcachofas en un plato plano y regarlas con la salsa de naranja y miel.
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